Erótica Cuántica

«Erótica Cuántica»:
Pensar en acuñar un término nuevo por pura intuición conlleva un riesgo considerable, pero es tremendamente emocionante intentarlo…

Lo de erótica parece obvio…viene de eros: amor, deseo, sexualidad…por ahí debe andar la cosa…¿pero lo de cuántica? Pues en esa palabra es donde reside el quid de la cuestión.

Hoy en día parece que la física cuántica ha resuelto todas las cuestiones que nos enredaban entre lo que Es en realidad y lo que percibimos a través de nuestros sentidos. Yo no sé apenas nada de física cuántica, salvo que nos ha llevado a una reconciliación entre la espiritualidad y la ciencia.

El “quantum” es la unidad mínima discreta de energía y, así, el hombre es un sistema de energía, en vibración constante.

Con esta premisa, y según el primer principio de la termodinámica (“la energía no puede crearse ni destruirse, sólo se puede cambiar de una forma a otra”), el hombre como ser erótico que es desde que nace hasta que muere, está en continuo movimiento, impermanencia, vibración…que no concuerda con la visión coitocentrista extendida socialmente de la erótica y de lo que es el «sexo», la cual es estática, excluyente y exclusiva de la etapa vital fértil del hombre y la mujer, y que pocos se atreven a poner en duda, aunque afortunadamente, cada vez hay más consciencia, y se hacen igualmente lícitas otras formas de desear fuera de ese paradigma imperante, donde nos permitimos explorar la piel, pero, como ocurre en la física cuántica, lo que no se atiende no existe, es decir, lo que se obvia, no forma parte de la realidad (con minúsculas), en este extremo la física cuántica confirma que creamos nuestra realidad (“lo que crees, creas”).

Os propongo crear una nueva realidad erótica, acorde con el momento presente, en el más estricto aquí y ahora, fluyendo con las distintas etapas vitales, todas ellas importantes, donde descubrirse y reinventarse cada día, en un proceso de presencia y de acompañamiento desde el ser y el sentir personal en una escucha activa.

Y si te vives en pareja, cada día es un proyecto basado en esa escucha mutua, de crecimiento constante, de nutrición y generosidad consciente y lo que un día os «funcionaba» puede ser que luego ya no os «funcione» y haya que «apañárselas» de otra forma…

En definitiva, ir acompañando los ciclos eróticos vitales con la energía propia de una vida consciente.

*Recomiendo ver el documental “Y tú qué sabes” sobre física cuántica:

MAYTE MAY.